Una secta convocó a un ayuno para ‘conocer a Jesús’ y 90 personas terminaron muertas
Actualmente, Kenia se encuentra en medio de una de las peores tragedias de su historia, la cual ha pasado desapercibida internacionalmente.
Esto se debe a que un líder religioso llamado Paul Mackenzie convocó a sus seguidores a un ayuno que, en realidad, fue un acto de suicidio masivo. Como resultado, 90 integrantes de la iglesia internacional de la Buena Nueva perdieron la vida en un bosque de 300 hectáreas donde la secta practicaba sus ayunos.
Mackenzie, quien antes era taxista, comenzó a predicar en 2003 y fundó su iglesia en Malindi. Con el tiempo, su secta creció hasta contar con 3.000 miembros. Sin embargo, sus enseñanzas extremistas acerca del fin del mundo y la demonización de ciertas prácticas cotidianas llamaron la atención de las autoridades, aunque éstas no tomaron medidas en su contra.
Mackenzie fue arrestado en dos ocasiones, la primera por impedir que los niños de su iglesia asistieran a la escuela y la segunda por la muerte de dos niños. A pesar de esto, pagó una fianza y quedó en libertad.
La investigación de las autoridades acerca de Mackenzie llevó a descubrir el ayuno suicida en el bosque de Shakahola. Allí, la policía encontró a 15 personas en un estado avanzado de desnutrición y deshidratación, cuatro de las cuales murieron en camino al hospital.
Las autoridades han removido la tierra de la zona y han encontrado 90 cadáveres hasta el momento, y se espera que aparezcan más.
La Cruz Roja ha recibido denuncias de 115 personas desaparecidas que eran miembros de la secta. Mackenzie, quien está detenido desde el 15 de abril, asegura que habrá más de 1000 cuerpos en el bosque de personas que fueron a «encontrarse con Jesús», incluyendo niños. Será juzgado el 2 de mayo.
Fuente: PLAYGROUND
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